sábado, 28 de agosto de 2010

La Historia Oficial

Esta película trata sobre la represión de la dictadura militar argentina (1976-1983). O mejor dicho, trata de sus consecuencias.

Al igual que en "Desaparecido" de Costa Gavras, aquí asistimos al proceso de descubrimiento de la verdad por parte de un personaje podríamos decir "adormilado" en su comodidad de clase media-alta y en su desidia. Ante la convulsión sufrida por Argentina en esos años el personaje de Aleandro prefiere mirar para otro lado, escudándose en un poco convincente “algo habrán hecho” que tanto mal ha causado en estas y otras dictaduras. El silencio y la connivencia eran requisitos indispensables para llevar una vida tranquila, y si además buscabas una excusa para acallar la conciencia mucho mejor. La protagonista elige libremente mantenerse en una posición cómoda, no rebusca, se conforma pese a tener la impresión de que algo no marcha, asume la “verdad oficial”. Sólo cuando la tragedia le toca de pleno (su hija y la revelación de su amiga) se pondrá a indagar, a partir de ahí el personaje sufrirá una transformación (fantástica la actriz y la evolución de su relación con el marido).

En la película el incidente desencadenante es la figura de una abuela que busca a su nieta, una niña que tiene todas las papeletas de ser la hija adoptiva del personaje de Aleandro. A partir de ahí asistimos a las revelaciones de lo que realmente pasó en esa época y lo vamos descubriendo a la vez que lo asume el personaje, avanzamos a la vez, angustiados por la peripecia de esa mujer y sintiendo tanto el estremecimiento por lo acontecido como el peso de su culpa por no haberse dado cuenta antes.

Afortunadamente con los primeros años de democracia se fueron destapando ciertas cosas, en un proceso lento (inevitablemente lento por desgracia) culminado en la derogación de la absurda “Ley de punto final”. En esos primeros años de democracia Norma Aleandro descubrirá trapos sucios que cambiarán su vida y que nos removerán las conciencias a nosotros, espectadores que, muchos, ni habíamos nacido cuando todo esto pasó y de lo que hemos de tomar buena nota.

La película cuenta con momentos de una gran intensidad y acierto desde el punto de vista de guión y puesta en escena. El recurso de los niños con ametralladoras de juguete provocando el pánico a Gaby es una magnífica forma de contar mostrando. Pasa lo mismo que con “Desaparecido”, sus virtudes van más allá de lo puramente cinematográfico, como película (no como denuncia) ya tiene un gran valor, las dos cosas juntas tienen un valor incalculable.

Afortunadamente, el país de no me acuerdo (canción interpretada en la película) no ha perdido la memoria.



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